domingo, 2 de junio de 2013

Hora Santa en la Iglesia de El Salvador

Los fieles de las parroquias de Santa María la Mayor y de El Salvador, se reunieron el domingo, Solemnidad del Corpus Christi en la Iglesia de El Salvador a las cinco de la tarde para responder a la invitación del Papa Francisco a la Iglesia Universal de Adoración al Santísimo.

Jesús, en esta tarde, hace una propuesta radical: dales de comer, invita a entregar la vida en vez de a conservarla, para hacer posible la historia que Dios tiene preparada para esta generación.

Comenzó con una reflexión sobre la profesión de fe del cristiano, sobre algunos puntos que recitamos al rezar el Credo, "Creo en la Santa Iglesia Católica", "Creo en la Comunión de los Santos"....


A continuación se proclamó el evangelio del día, Lc 9,11b-17:
Jesús se puso a hablar a la gente del reino de Dios, y curó a los que lo necesitaban. Caía la tarde y los Doce se le acercaron a decirle: "Despide a la gente, que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado". Él les contestó: "Dadles vosotros de comer". Ellos replicaron: "No tenemos más que cinco panes y dos peces, a no ser que vayamos a comprar de comer para todo este gentío". (Porque eran unos cinco mil hombre). Jesús dijo a sus discípulos: "Decidles que se echen en grupos de unos cincuenta". Lo hicieron así, y todos se echaron. Él, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y recogieron las sobras: doce cestos. 

Se invitó a la meditación considerando que Orar es compartir el pan al estilo de Jesús:
En el nombre del Padre, que no se guarda nada para sí
En el nombre del Hijo, que entrega su pan para vida de todos
En el nombre del Espíritu, que mete la levadura de la alegría en el mundo

Hay muchos que tienen necesidad de los demás, de una mirada, de una palabra, de ser escuchados, orar es un misterio de acogida a los demás.

Jesús no quiere una relación con Él que se desentienda de los problemas de los que están alrededor de cada uno; ésta es la eucaristía ampliada, la que está llena de signos inteligibles, de compromiso y comunión solidarios, de amor del bueno.

Jesús es para todos: la alegría, la esperanza es también para los pobres, los enfermos, los que se encuentran solos...

"No tenemos más que cinco panes y dos peces", la eucaristía no ha de tranquilizar conciencias, sino encender fuegos de amor en el corazón que ayuden a salir de uno mismo para ir en busca del otro, desata mis manos, Señor, para actuar,

No eches en saco roto la propuesta de Jesús: Dales de comer.

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