Y por fin llegó la gran noche de los cristianos, una noche de vela en honor del Señor, conmemorando la Noche Santa en la que Jesús resucitó.
Es una celebración llena de riqueza y vivencia que consta de varias partes.
Lucernario. Comenzamos con la bendición del fuego y la preparación de los Cirios Pascuales, uno para cada Parroquia, que tuvo lugar en la Plaza de San Juan Bosco. Después de repartir las velas para todos y llevar algunas para los residentes de Mamá Margarita, se volvió en procesión a la iglesia, donde se cantó el Pregón Pascual, un canto de exultación, en el que se invita a la Iglesia entera a alegrarse por el cumplimiento del misterio pascual y se recorre los prodigios cumplidos en la historia de la salvación. Durante este momento, estando a oscuras, todos los presentes fueron tomando de la luz del cirio para sus velas, luz que ha de alumbrarnos durante todo este año, la luz de Cristo Resucitado.