Missa de Sancta Maria....

Esta tarde se ha celebrado en la iglesia de El Salvador, dentro de la Octava del Corpus, la Missa de Sancta María, misa según el rito hispano-mozárabe. Estuvo presidida por D. Miguel Ángel Ventanas Franco, Director del Secretariado de Liturgia.

El canto mozárabe estuvo a cargo del Coro Gregoriano Emeritense (Mérida).

Las palabras de D. Miguel Ángel Ventanas Franco fueron muy interesantes por lo que os dejamos aquí algunos de los mensajes de su predicación:

En María se encarna el Cuerpo y Sangre de Cristo que se eleva sobre el Altar cada eucaristía en todo el mundo para alimentar a los hombres.

La Eucaristía nos compromete a compartir también el pan material con el hermano, pero sobre todo a alimentar ese hambre profunda del corazón, ya que sin Dios no puede haber progreso ni felicidad.






Celebrar el rito hispano-mozárabe es celebrar a unos cristianos que mantuvieron la fe en tiempos difíciles, de persecución, donde se vieron reducidos a una minoría y supieron mantener el tesoro de la fe que habían recibido a través de estas plegarias y de estas oraciones que les habían transmitido de generación en generación.





Por eso, en estos momentos de increencia, de indiferencia, de secularismo, donde se ven tantos signos en los que parece que Dios estorba en esta sociedad, nosotros tenemos también que acercarnos a la fe que hemos recibido que se encuentra contenida en el Símbolo de la Fe, pero también en las plegarias y oraciones de nuestra liturgia. Mantenernos fieles a esto es mantenernos fieles a Jesucristo y no dejar que este viento de la secularización nos invada y acabemos viviendo una fe "light", que no es la fe católica, en la que cogemos lo que nos gusta y dejamos lo que nos es más difícil de cumplir o de vivir, diciendo que "es de otras épocas".


Que este tesoro que hemos recibido y que "llevamos en vasijas de barro", con nuestras debilidades y nuestros miedos, sepamos transmitirlo a nuevas generaciones para que conozcan la salvación que Cristo ha venido a traer para todos.

La fuerza para mantenerse en esta fidelidad a Cristo viene de la Eucaristía y sólo así podremos seguir avanzando en el camino y en la lucha de la fe.



Al finalizar la Eucaristía, el Coro Gregoriano Emeritense interpretó varios temas.