Estamos ya en el 5º Domingo del Tiempo Ordinario, con mucho frío, y con todos más o menos tocados por el catarro, el mal de estómago,.... hoy en la celebración de la Santa Misa hemos tenido que poner un pañuelo en una herida, un monaguillo ha tenido que dejar el altar porque se encontraba mal, un miembro del Coro estaba enfermo y no había podido salir de casa.... Precisamente hoy, que el evangelio nos contaba cómo Jesús curó a la suegra de Pedro que estaba con fiebre en la cama, como muchos este invierno.... Y los mayores no digamos: que si nos duele una pierna, que si estamos afónicos, que si ya no veo bien.... ¿por qué nos nos curará Jesús y estaremos bien? Decía el Papa Francisco esta mañana en el Angelus, la oración del medio día a la Virgen, que la enfermedad es una ocasión estupenda en la que Jesús se encuentra con nosotros, sólo en medio de nuestra fragilidad podremos reconocerle, para acogerlo en el corazón y para servirle, como le pasó a la suegra de Pedro, que cuando Jesús se acercó y la cogió de la mano "se levantó, se curó y se puso a servirles".
Y servir a los demás es lo que hicieron un día las mujeres de Acción Católica al fundar Manos Unidas, una Asociación de la Iglesia Católica en España para la ayuda, promoción y desarrollo del Tercer Mundo; es, a su vez, una Organización No Gubernamental para el Desarrollo, (ONGD), de voluntarios, católica y seglar. Hoy celebramos el día de Manos Unidas bajo el lema Luchamos contra la pobreza, ¿te apuntas? Antes de la Eucaristía explicamos un poquito a qué se dedicaban y cómo podíamos colaborar cada uno de nosotros, lo primero y más importante REZAR, como Jesús en el Evangelio, que siempre sacaba momentos para hablar con su Padre, para rezar..... luego todo lo demás....
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