sábado, 17 de mayo de 2014

Día de gran fiesta y alegría en la Parroquia...


Esta tarde ha sido un día grande para la Parroquia de Santa María la Mayor: ha nacido un nuevo hijo de Dios, un nuevo miembro de la Iglesia, cumpliéndose lo que decía la primera lectura un Señor, una fe, un bautismo.


Se proclamó una lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios, que invitaba a todos a ser fieles a la vocación a la que hemos sido llamados, es decir cristianos fieles a Jesús.


A continuación, el Salmo 22 nos ha recordado que el Señor es el pastor que nos guía y protege, que con Él nada nos falta.

Por último, el Evangelio de San Mateo nos lanza a la misión: anunciar el Evangelio a todos los que nos rodean.


Una vez concluida la liturgia de la Palabra y tras una breve homilía, se invocó a todos los Santos, las Letanías de los Santos, incluido San Aarón, para pedir su protección.

A continuación, los compañeros de catequesis, familiares y amigos, acompañaron a Aarón hacia la pila bautismal.


Allí se produjo la renuncia a Satanás y todas sus obras y la profesión de fe (en Dios Padre, en Jesucristo y en el Espíritu Santo), y sus padres recibieron una vela con la luz, a imagen del cirio pascual, que ha de iluminar la nueva vida en la fe que ahora comienza.


Recibió las aguas del Bautismo en el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Esta invocación a la Santísima Trinidad tiene como fruto el perdón del pecado original así como el nacimiento a una vida nueva, una vida de fe, en la que se hace hijo de Dios, miembro de Cristo y templo del Espíritu Santo.





Ha sido ungido con el santo crisma, óleo perfumado y consagrado por el Sr. Obispo el Jueves Santo, esto es, recibió el don del Espíritu Santo, incorporado a Cristo, que es ungido sacerdote, profeta y rey.




A continuación, fue vestido con las vestiduras blancas del Bautismo, es una nueva criatura, se ha revestido de Cristo, y como tal, acompañado de sus padres y padrinos, pudo rezar la oración de los hijos de Dios con toda autenticidad, de verdad: el Padre Nuestro.




Por último, el rito del Éffeta, que quiere decir Ábrete, en que el sacerdote, poniendo sus pulgares en los ojos, oidos y labios del bautizado, pronunció esta palabra, para que, igual que Jesús hizo ver a los ciegos, oír a los sordos, hablar a los mudos, ... le conceda escuchar su Palabra y Profesar la Fe para gloria y alabanza de Dios.



Todos los asistentes, al finalizar rezamos a la Virgen, pidiendo su protección para este nuevo miembro de la Iglesia.



¡¡¡Felicidades Aarón!!!



No hay comentarios :

Publicar un comentario