En la tarde de hoy se celebró la visita del Sr. Obispo de Plasencia, D. Amadeo Rodríguez Magro, acompañado por el Vicario para la zona Norte, D. Antonio Cano, al Arciprestazgo de Béjar. En el templo de San Miguel, se reunieron los sacerdotes, religiosas y fieles de las parroquias que componen el arciprestazgo: Béjar, Candelario, Cantagallo, Fuentebuena, La Hoya,
Navacarros, Navalmoral de Béjar, Palomares, Puerto de Béjar, Valdesangil y Vallejera.
Navacarros, Navalmoral de Béjar, Palomares, Puerto de Béjar, Valdesangil y Vallejera.
Los representantes de los Consejos Parroquiales de cada una de ellas expusieron ante el Sr. Obispo la situación en que se encuentran, las actividades y grupos existentes, y los aspectos a mejorar.
D. Amadeo comenzó recordando la lectura proclamada en el rezo de Vísperas, de la Carta a los Colosenses, en la que San Pablo les desea la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre. También este fue su deseo para todos los asistentes.
Mostró su preocupación por la situación actual de paro y necesidades de las familias, valorando muy positivamente la labor que se hace desde Cáritas, y animó a seguir trabajando desde cada parroquia, desde cada uno de nosotros, estando atentos a las necesidades que surgen a nuestro alrededor, porque muchas veces detrás de estas situaciones se encuentran también problemas personales, hizo una llamada a la solidaridad de todos.
En segundo lugar hizo alusión a la necesidad de poner todo cuidado en la Catequesis, "si queremos tener cristianos mañana, hay que hacer cristianos hoy", si los niños y los jóvenes vienen a las parroquias a recibir la Catequesis, es responsabilidad de los catequistas la transmisión de la fe y hacerla con esmero.
Recoge de Béjar el lamento de que "ya no somos lo que fuimos", pero "somos lo que somos", y tal como somos, no debemos dejarnos arrollar por el mundo porque tenemos lo más importante, a Jesucristo, yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo, y esto es lo que da la fuerza, a pesar de la edad y las dificultades, para afrontar con valentía e ilusión los retos de futuro que se nos presentan.
También se refirió a la piedad popular, reflejo de la fe del pueblo, hay que cuidarla, mimarla, aunque haya que alimentarla, purificarla, cultivarla, para que sea lo más posible un testimonio del Evangelio.
En cuanto a la Misión, lo primero es ponerse delante del Señor, ponerse a disposición de Jesucristo para que ilumine el camino a seguir de cada uno en este tema, hay que dar el primer paso para que vengan los demás.
Valoró la situación de las parroquias pequeñas, que a pesar de las dificultades viven con ilusión la fe y la liturgia, animándoles a seguir haciéndolo y a vivirlo como una familia en torno a Jesús.
Por último, recordando la visita "ad limina" realizada recientemente, el Cardenal que lleva la causa de los santos, le invitó a promover y animar la devoción de Aurora Calvo, que no se la olvide, ya que es un testigo de la fe impresionante, que sea un ejemplo a seguir.
Al finalizar la Asamblea, se ofreció un dulce a los asistentes.
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