Esta mañana hemos celebrado la Fiesta grande de nuestra parroquia de Santa María la Mayor, la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María a los cielos, con la asistencia de numerosos fieles y nuestro párroco, D. Félix, acompañado de D. Pedro y D. Patro.
La Virgen María sube al cielo en cuerpo y alma. Cuando proclamamos el Credo, decimos "creo en la resurrección de los muertos", "creo en la resurrección de la carne".... el ser humano resucita como una unidad, cuerpo y alma. Dios se toma en serio su obra, la obra que ha hecho que es el ser humano, y esta corporeidad es templo del Espíritu Santo, y va a resucitar. Esto se da en plenitud en María, que sube al cielo con su cuerpo glorioso.
Segunda cosa, celebramos la fiesta de la parroquia, parroquia viene del griego y quiere decir, la casa de Dios en medio de las casas de los hombres y, recordando una frase que el Papa Francisco dijo a los jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, dijo a todos "por favor, no balconeen, bajen al campo y juegen, sean protagonistas de la vida cristiana", es decir, no quedarse en la barrera como espectadores de la vida de los demás, que sean ellos quienes trabajen, no haciendo nada y hablando mal de los demás, sino participar, ser protagonistas de la vida de la parroquia, trabajar en la viña del Señor sin cansarse.
Continuando con la celebración eucarística, D. Félix nos dejó con la incógnita de la tercera cosa que quería resaltar, esperando al final de la celebración para expresarlo:
La celebración de sus Bodas de Plata sacerdotales con la parroquia, de una forma sencilla, y acompañado por D. Pedro y D. Patro que no querían faltar, agradecidos por la consideración que les tiene. D. Patro leyó una poesía que había dedicado a D. Félix que ya compartiremos con todos.
Al finalizar se repartieron perronillas y sangría para todos los asistentes.
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