Este sábado ha sido un día grande para la parroquia de Santa María la Mayor, dos nuevos miembros han sido incorporados a la Iglesia al recibir el sacramento del Bautismo. Primero Daniel, y más tarde Héctor, acompañados de sus padres, padrinos, familiares y amigos han renacido como hijos de Dios.
El Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana y es la puerta que abre el acceso a los otros Sacramentos. Es el sacramento de la fe, pero esta fe que se recibe hay que alimentarla y tiene que crecer y desarrollarse, por eso en cada Vigilia Pascual renovamos las promesas del Bautismo; aquí tienen los padres una misión muy especial: acompañar a Daniel y a Héctor, cuyas vidas les ha sido encomendada, en este proceso. Pero no solo ellos, sino también sus padrinos y toda la comunidad eclesial han de participar en esta responsabilidad.
Son ungidos con el óleo de los catecúmenos que les ayudará a combatir contra el demonio, bautizados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo con el agua que los limpia del pecado original y los introduce en la vida de la Santísima Trinidad, y ungidos con el santo crisma, don del Espíritu Santo al nuevo bautizado por el que es incorporado a Cristo, llamado a ser sacerdote, profeta y rey.
D. Félix explica la diferencia entre el óleo de los catecúmenos y el santo crisma |
Bienvenidos y felicidades.
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