En la noche del sábado, víspera de la celebración de la Visitación de la Virgen María a su prima santa Isabel, celebramos la última de las actividades enmarcadas dentro de la Misión de las parroquias de Santa María la Mayor y El Salvador de Béjar. Esto sin perder de vista que, una vez recibido este mensaje, Cada parroquia una misión, cada cristiano un misionero, la misión ha de ser una constante en la vida de cada uno de nosotros.
Nos reunimos en uno de los barrios más jóvenes de la parroquia, La Fabril, para rezar el Santo Rosario. En esta ocasión cerca de cincuenta personas se acercaron por cada uno de los altares realizados por vecinos del barrio en el que la Virgen de Fátima, que ha pasado los últimos quince días por diferentes hogares, regalaban este ramo de rosas a María. 
Fueron los niños los que esta vez guiaron la oración, relatando la escena de cada misterio y trasladando, junto con los vecinos, a la Virgen y el Cirio a cada altar para rezar el siguiente misterio.
Al finalizar, todos los niños y niñas pusieron en el corazón de María este barrio, en el parque en el que juegan cada día, para que ella lo cuide y lo proteja.
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